Qué son las metodologías ágiles

A menudo se habla de metodologías ágiles de un modo genérico, impreciso, aludiendo a un conjunto de frameworks, técnicas, métodos, prácticas y conceptos varios. Por ejemplo, Scrum no es una metodología, sino un framework o marco de trabajo, pero queda incluido en dicha denominación genérica, siendo la “metodología” agile más popular (puedes leer más sobre la historia de Scrum aquí). Yo desde luego no soy de los que se ofende por la pobre distinción que suele hacerse entre framework o metodología; aunque es importante a efectos conceptuales, soy más pragmático que purista.

El término agile fue acuñado por el Agile Manifesto o Manifiesto Ágil (2001), en el que 17 líderes de diversas corrientes de desarrollo de software pusieron en común una serie de valores y principios. Por cierto, lectura obligatoria para todo aquel que quiera aplicar agile. El Agile Manifesto fue una reacción al método tradicional o en cascada (waterfall), caracterizado por comprender una serie de etapas secuenciales y, sobre todo, por producir unos resultados mediocres, frustrantes tanto para los clientes como para los desarrolladores de software.

El Manifiesto Ágil estuvo encabezado por representantes de Extreme Programming, SCRUM, DSDM, Adaptive Software Development, Crystal, Feature-Driven Development y Pragmatic Programming. Podemos añadir, no obstante, también como metodologías ágiles, otras como Kanban, Lean Manufacturing, Lean Startup, Design Sprint, etc.

Como curiosidad, antes del conclave en el que se concibió el Manifiesto Ágil, se aludía a estas metodologías como «light«. El adjetivo «agile» fue preferido y empleado en su lugar, puesto que «light» podía sugerir debilidad o escasa fuerza.

 

Metodologías ágiles más usadas en la práctica

En mi experiencia, lo más frecuente es usar Scrum, en combinación con partes de Kanban (incluyendo el tablero) y con prácticas provenientes de Extreme Programming y Lean Startup. Dicho de otra manera, dominar Scrum exclusivamente no va a ser suficiente en la actualidad para crear productos excelentes. Necesitaremos aprender a utilizar Scrum junto con otra diversidad de técnicas que enriquezcan el framework base: he aquí la principal virtud y al tiempo dificultad de Scrum.

El resto de corrientes de desarrollo ágil han tenido un alcance más limitado, o bien han quedado absorbidas por alguna de las mencionadas en este apartado.

 

Imagen: Agile Manifesto

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Publicado por Sergio Rodríguez

Especialista en producto y Professional Scrum Trainer acreditado por Scrum.org. He sido Product Manager, Head of Product y consultor de producto en empresas como Liftshare, Cardmarket o Wave.

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