La Daily Scrum es una reunión con un timebox o duración máxima de 15 minutos, en la que los desarrolladores inspeccionan el avance desde la Daily anterior y planifica las siguientes 24 horas de trabajo. Sus características básicas son:
Entre las ventajas del Scrum Diario, cabe destacar las siguientes:
¿De qué problemas suele adolecer el Scrum Diario y cómo podemos intentar mejorarlo? A continuación, hacemos un repaso de las “patologías comunes” y ofrecemos sugerencias para paliarlas.
1/ La Daily Scrum se ha convertido en un “reporte” al Scrum Master, que pasa lista a las tropas. “Menganito, ¿qué hiciste ayer y qué vas a hacer hoy? ¿Algún obstáculo? Fulanito, te toca”. Los Desarrolladores no colaboran entre sí, ni tan siquiera se miran, sino que dan el parte correspondiente al Scrum Master, Generalísimo de Scrum. Todos hemos estado en este tipo de Daily. O bien la hemos sufrido o bien, inocentemente, la hemos alentado o “protagonizado”. El Scrum Master, como buen servant leader, no tiene que ser el protagonista de nada. Es, como decíamos, una reunión por y para los Desarrolladores.
En parte, este problema tiene su origen en las tres preguntas “tipo” que la Guía Scrum sugería, que fueron “pervertidas” para desplazar el foco y la responsabilidad hacia cada individuo, en lugar de hacia los Desarrolladores en su conjunto. Las tres “preguntitas” pueden llevarnos a un Scrum mecanizado, nada dinámico. La nueva Guía Scrum ha suprimido de cuajo esta mención y, con suerte, ello contribuirá a que los Equipos incurran menos en esta situación.
Planteamos tres posibles estrategias a probar en este escenario:
2/ El timebox de 15 minutos no se respeta. Otro clásico. La gente se enrolla y se va “por los cerros de Úbeda”, sin hablar de las tareas en curso, ni mucho menos del Objetivo del Sprint. Recuerdo un proyecto en el que el Scrum Master, que también era el CTO, utilizaba la stand-up como “reunión social”, en la que gastar bromas, si era lunes preguntar a los Desarrolladores cómo había ido el fin de semana… La Daily solía durar media hora, a veces se alargaba hasta la hora. Aquello era insufrible.
Algunos aspectos a valorar en estas situaciones son:
3/ La Daily no se hace todos los días. En una ocasión coincidí con una Scrum Master que me decía que le gustaba hacer la Daily Scrum en días alternos, o sea, un día sí y un día no. Le pregunté que por qué razón, y simplemente me dijo que ella lo prefería así… ¡Pero vamos a ver! El Scrum DIARIO se hace todos los días, no cuando al Scrum Master le apetezca. De lo contrario, nos dejamos ir a la deriva, sin actualizar nuestro plan de trabajo DIARIO y poner de relieve posibles impedimentos.
Y, sí, la Daily también se hace el día después de la cena de Navidad…
4/ Algunos Desarrolladores llegan tarde o no asisten. La falta de puntualidad (y peor aún, el no show) son faltas de respeto hacia el resto de compañeros, siendo respect justamente uno de los valores que Scrum propugna. Si alguna vez habéis recurrido a la “hucha de las vergüenzas” (50 céntimos o lo que toque cada vez que alguien llegue tarde) o a métodos similares de reprimenda, habréis comprobado su escasa o nula eficacia.
Algunos aspectos a cuestionarse aquí:
5/ No todos los Desarrolladores participan o se atreven a comentar posibles impedimentos, o algunos se distraen o desconectan de la reunión. Puede que algunos compañeros sean excesivamente escuetos, o que no se atrevan a hablar, o que sencillamente algunos “levanten la voz” más que otros y acaparen la reunión, o que algunos se distraigan más de lo deseable… Todo ello se traducirá en una menor transparencia a la hora de evaluar el progreso diario y en una menor coordinación.
En estos casos, algunas ideas a probar pueden ser:
6/ Problemas de logística o con la tecnología. En un proyecto, teníamos al Equipo trabajando desde dos oficinas, cada una en una ciudad. Empezamos a hacer la stand-up a través de Skype, con un solo portátil “a cada lado”. Además, los compañeros de la otra ciudad siempre tenían problemas reservando la sala para reuniones. El resultado era catastrófico: se empezaba tarde, costaba escuchar las intervenciones, el timebox no siempre se respetaba… En lugar de ser una reunión colaborativa y valiosa, se convirtió en un trámite arduo que nada aportaba.
En estos escenarios, en fin, se trata de encontrar una buena herramienta, que esta crisis del coronavirus ha servido para demostrar que las hay, en abundancia; y, sobre todo, de utilizarlas con sentido común. Personalmente, en las reuniones telemáticas prefiero que cada uno esté delante de su ordenador, en condiciones de igualdad, antes que tener “grupetes” en torno a una misma pantalla.
7/ Product Owner, managers o stakeholders que sabotean la reunión. El Scrum Diario no es para el Product Owner, que hará bien en no participar. Tampoco para otros stakeholders, que de estar presentes deberían no interferir en la reunión. Si “agentes externos” torpedean la Daily, los propios Desarrolladores o el Scrum Master tendrán que invitarles, cariñosamente, a que no molesten.